miércoles, 10 de noviembre de 2010

Creencia Religiosa


Creencia Religiosas

Una religion comprende no sólo las creencias religiosas sino también la puesta en práctica de las mismas, a través de ciertos actos especiales (nitos o rituales religiosos, a los que en sentido restringido a veces también se los denomina culto. Por medio de estos actos, el practicante cree que puede comunicarse o congraciarse con alguna divinidad.
Las religiones reconocen en general un fundador, quien establece las doctrinas religiosas, que incluyen las creencias religiosas y todo tipo de orientaciones morales y vitales, incluyendo cuestiones políticas, sociales e ideológicas. Todas ellas son de muy variada interpretación (exegesis) posterior.
La mayoría de las religiones poseen sus fuentes teologicas, un determinado o indeterminado número de escritos o tradiciones oral que consideran, ya sea inspirados o revelados por divinidades (y por lo tanto sagrados sagradas escrituras), o no inspirados pero de provecho espiritual. Entre otros están la biblia, el Coran, la Tora, el Bhagava Gita, etc.
Las creencias religiosas se refieren a un estado mental en el que se pone la fe en algo sobrenatural, sagrado o divino (en terminología de Mirceida Elisa "numinoso"). Tal estado se relaciona con:
  • la existencia, características y culto hacia una deidad o deidades;
  • la intervención divina en el universo y la vida humana (providencia)
  • los valores y prácticas centradas en las enseñanzas de un lider espiritual. 
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Creencia Religiosa Maya


La vida cotidiana de los mayas estaba siempre impregnada por las creencias religiosas. Contaban con numerosos templos dedicados a sus dioses, estas divinidades estaban vinculadas a la naturaleza: el cielo, la muerte, el sol, el maíz, etc.
Al igual que las cristianas y que otras muchas, las creencias mayas partían del enfrentamiento entre el bien y el mal, con la diferencia de que tanto uno como el otro tenían carácter divino. Ambos poderes aparecían en continuo enfrentamiento, pero siempre como antagonistas unidos.
Los dioses vinculados con el bien, producían cosas buenas y provechosas como la lluvia o las cosechas abundantes; mientras que las divinidades relacionadas con el mal causaban desastres, hambrunas y otras calamidades.

 
Creencia religiosa inca


El Dios Sol, Inti, fue desde los principios el Dios más reverenciado, a quien se ofrecía el mayor número de tributos, mujeres y de sacrificios, que como ahora sabemos, iban a parar a la casta de los sacerdotes. Incluso los emperadores le rendían tributo tras conquistar nuevas tierras. En toda región conquistada se levantaba algún altar en su nombre; frecuentemente la adoración a Inti y al Sepa-Inca eran confundidas.
La religión Inca respetaba las creencias y costumbres de cada comarca, pero también exigía que se le rindiese homenaje al Inti, Dios principal, y que se entregaran los debidos tributos. La imposición del Inti iba de la mano con las conquistas territoriales. El más famoso de sus templos era el Coricancha, en Cuzco, que brillaba sobretodo por todo el oro con que estaba adornado, aunque su construcción estructural no presentase demasiada refinación: el plano era idéntico al que presentaban las construcciones de las casas familiares. En su jardín se realizaba la fiesta de la siembra, cuando el emperador sembraba simbólicamente espigas doradas de maíz, que pasaron a formar parte del inventario del rescate de Atahualpa, y que dio origen a algunas leyendas que afirmaban que todo en el jardín era de oro: árboles, hierbas, flores e insectos.
Existía sin embargo otro Dios mayor, Viracocha (que significa “mar de aceite”), el Creador, cuyo culto fue introducido por el emperador Pachacuti tras soñar con él antes de la batalla de la conquista de los Chancas. Pachacuti instauró su culto e incluso desplazó a Inti como Dios supremo, adquiriendo Viracocha una importancia súbita tras la ascensión de Pachacuti, quien era su protegido; el emperador hizo que se le ofrecieran tributos y se le rindiese culto, e hizo construir una estatua del tamaño de un niño de diez años con el dedo índice extendido, como quien ordena. 


Creencia religiosa de los egiptos

El otro aspecto, que posiblemente constituye lo más característico de las creencias egipcias, es la religión funeraria. Parece que los egipcios creyeron siempre en la otra vida. Las tumbas más primitivas contenían muestras de comida y equipamiento, y más tarde la decoración de las tumbas nos indica como concebían esa vida. En general la imaginaban semejante a la de este mundo, pero en mejor, con cacerías y cosechas abundantes, ricos banquetes y bellas muchachas.
Esa idea atravesó diversas etapas. Primero se pensó que el rey pasaba su vida de ultratumba junto a Re, el dios sol, recorriendo diariamente el cielo con él. Pronto, sin embargo, su futuro quedó vinculado al dios Osiris, y cada rey, al morir, se identificaba con él. Este privilegio se fue extendiendo gradualmente, primero a los nobles y luego a todas las clases, de manera que todo hombre al morir se identificaba en cierto modo con Osiris.
Una buena conducta aseguraba un transito seguro al más allá. Hay muchas representaciones de escenas de este juicio, en las que el corazón del difunto es pesado en una balanza, teniendo como contrapeso una pluma que representa la verdad. El resultado era consignado por Thot, el escriba de los dioses, en presencia de Osiris, y los que no daban el peso eran destruidos para siempre.
Creencia Religiosa De los Mapuches


Los mapuches creían en la vida después de la muerte, y esta era un doble exacto como la sombra real e intangible. El otro yo podía hacerse invisible, pero necesitaba las mismas cosas que los vivos.
Por ese motivo enterraban los muertos con los objetos habían usado en su vida.
Los espíritus en lemas allá tenían la misma forma y carácter que habían tenido en su vida, estos reanudaban su vida familiar y social en el más allá.
Este doble espíritu cuando estaba en el cuerpo mortal podía abandonarlo a voluntad durante el sueño, éxtasis, visiones, etc., y con la muerte lo abandonaba definitivamente. Este espíritu visitaba a sus parientes y amigos durante un año a aproximadamente. Este espíritu podía tomar forma humana o de algún animal, cuando pasa ese tiempo el espíritu pasaba a otra región en donde se trasformaba en Pulli. Este espíritu residía para las tribus costeras en el mar y para las tribus de la cordillera al oriente de Los Andes.
La religión Mapuche se basa en el culto a los antepasados, encarnado en el Pillan.
Cada tribu tenía su propio Pillan, que según el espíritu patriarcal o matriarcal predomínate, era masculino o femenino. Del Pillan provienen tanto el bien como el mal, en toda su extensión, los pillanes se podían enojar por el quebrantamiento de algún tabú, manifestándose por medio de la peste, las inundaciones, las sequías o los terremotos, etc.
Para calmar la ira del Pillan surgió un individuo llamado el Señor Del Canelo, este individuo debía ser conocedor de la practica para convencer al Pillan y también tener la habilidad para combatir a los hechiceros y brujos.
Estos Señores Del Canelo fueron evolucionando, adquirieron la función definitiva de médicos y adivinos, a estos hoy se conoce como el Machi.
Los Mapuches creían que uniendo la fuerza de la magia era más eficaz que la individual, por lo que crearon grupos de individuos esotéricos con el fin de precaver los contratiempos y dificultades, a la vez adquirir beneficios por sus ritos, estos grupos se llamaban Tótem.
El Tótem tenia como finalidad de la regulación de las lluvias, EL Pillan contra restaban tempestades, terremotos, etc.

Los Mapuche además del culto a los antepasados, para ellos existían más espíritus y en su mayor parte malévolos, tales como el Colocolo, especie de basilisco, el Chequehuelube, cuero con uñas que vive en el agua y se ensaña con las bañistas, el Chonchón vampiro que chupaba la sangre.
El pueblo Mapuche fue profundamente religioso; la religión estaba en todas partes, en todas las esferas de su vida.
Creencia Religosa de lo changos

Los Changos se localizaron en el extremo norte de nuestro país. Desde el limite norte con Perú hasta aproximadamente el norte de La Serena Esta sociedad fue una de las menos desarrolladas desde el punto de vista evolutivo no alcanzando a ser una civilización.
Desconocieron totalmente la agricultura debido a que ellos se ubicaban en las pocas planicies litorales de la zona. Fueron una sociedad Cazadora-Recolectora, especialmente marina (debido a su ubicación geográfica). Fueron unos excelentes pescadores desarrollándose totalmente en ese ámbito; en su cultura eran muy apreciados los lobos marinos debido a su composición (la grasa, los dientes de los que sacaban sus flechas anzuelos y arpones, su piel, etc...